Cuando Christian Dior adquirió el castillo de la Colle Noire, no muy lejos de Grasse, decidió cultivar allí la rosa de mayo, icono de esta región excepcional. Muy apreciada por el diseñador, florece desde los comienzos de la Maison en sus creaciones y regala sus notas potentes y sensuales a sus perfumes. Así, resplandece en el corazón de Miss Dior, que ha acompañado las siluetas de curvas femeninas del New Look. “Es el perfume del amor. Fue así como Christian Dior lo quiso y como debe seguir siendo, con constancia, fogosidad, ímpetu y pasión”, explica François Demachy, Perfumista-Creador exclusivo de Dior, quien también ha reinterpretado este bouquet icónico en una Eau de Parfum.
Recolectada en Grasse, cuna de la perfumería y tierra de elección de los perfumes Dior, la rosa se encuentra en el corazón de la historia de la Maison. Cada año, su floración es una ocasión para celebrarla.
Para Miss Dior, los productores se encuentran cada año en Grasse, con motivo de la recolección de la rosa de mayo. Esta cosecha, que dura un mes, es un evento muy esperado. Armelle Janody, auténtica apasionada que vive una historia sensorial en cada recolección, narra estas sensaciones únicas: “la profusión de pétalos en la que se hunden las manos, la savia picante que deja su aroma en los dedos”.
