La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), añadió 33 nuevos lugares a su lista de sitios del Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Debido a la pandemia del covid-19, el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco no se reunió el año pasado, por lo que la sesión de este año, con sede en Fuzhou, China, y a la que asistieron participantes virtuales de todo el mundo, estuvo revisando las candidaturas de 2020 y 2021.
La Unesco designó sus primeros sitios del Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1978, con el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, y las Islas Galápagos, en Ecuador, entre los destinos de la lista inaugural.
Cuatro décadas después, ser coronado como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco sigue siendo un honor muy codiciado para muchos destinos.
Según la Unesco, para ser incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial, los sitios deben tener un “valor universal excepcional”, características que sin duda tienen los tres sitios que Francia ha logrado en esta edición:
Vichy, gran ciudad balnearia de Europa
Vichy se une a otras 10 ciudades balneario de seis países europeos para lograr una inscripción al Patrimonio Mundial por la UNESCO. Ubicada en la región Auvernia-Ródano Alpes, Vichy es una elegante ciudad termal conocida desde la época galorromana por sus fuentes con propiedades beneficiosas y terapéuticas. 9 manantiales ofrecen aguas con diferentes sabores, usos y efectos, tanto para beber como para tratamientos a base de aguas termales.
Niza, ciudad de vacaciones de invierno de la Costa Azul
Paseos, palacios, villas y parques: el legado del turismo de invierno en la Riviera desde el siglo XVIII está reconocido como “valor universal excepcional”. Un destino que demuestra que se puede visitar todo el año por la dulzura de su clima y la riqueza cultural y patrimonial de sus museos y monumentos.
El Faro de Cordouan
El Faro de Cordouan, situado en pleno mar, en la desembocadura del Estuario del Gironda (Nouvelle-Aquitaine) es el último sitio francés clasificado en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 2021. Apodado “Versalles del mar” por su arquitectura grandiosa y su historia atormentada, es el faro francés en actividad más antiguo del país, y solo es accesible en barco.