Igual que un faro contra el oleaje, las casas relojeras de siempre continúan apostando por los relojes clásicos ante la amenaza de la tecnología en forma de smartwatches. Pero a pesar de sus múltiples funciones, incluyendo la de dar la hora, los relojes inteligentes se siguen quedando cortos cuando hablamos de elegancia, función como accesorio y capacidad de contarnos sobre la personalidad de quien lo luce, por no hablar de que, en este mundo de obsolescencia, un reloj clásico es para siempre.
De todo esto sabe mucho Blancpain, quien tiene toda una vida creando auténticas joyas artesanales como con el Blancpain Air Command, un cronógrafo militar que triunfó en los años 50 y que hoy regresa fiel a su diseño original, en una edición limitada de 500 unidades para los más fanáticos de los relojes.
El Blancpain Air Command se presenta sujeto por una correa de cuero de becerro patinada y luciendo la misma estética que su versión original; con bisel giratorio y con los índices de esa esfera, las agujas y la escala temporal en Super-LumiNova, con la carátula progegida con un glassbox, que si bien no deja de ser un elemento estético de los relojes de la época, en Blancpain es un elemento novedoso, está hecha de zafiro; la caja es de acero y de 42,5 mm de diámetro y con movimiento F388B.