Haciendo caramelos y chocolates pueden surgir grandes conversaciones que nos trasladen al corazón de la memoria. Una de ellas ha sido, durante estos meses, un ir y venir de ideas de los que trabajan en la bombonería centenaria La Pajarita ¿A qué huele la Navidad? Esta pregunta ha estado flotando de forma recurrente entre sus fogones, como el hilo musical del obrador.
“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año” decía Dickens. La Pajarita también lo ha intentado y ha concluido con una respuesta unánime: la Navidad huele a canela, jengibre y flor de azahar. Dicho y hecho, comenzó un proceso de búsqueda que acabaría poniendo olor y sabor a dos nuevos bombones para estas fiestas.
El primero de ellos combina la canela y el jengibre, dos ingredientes vinculados a la repostería europea de invierno. La canela procede de la corteza de un árbol tropical originario de Sri Lanka y tiene un dulce olor a madera suave e intenso. Añade su ligero toque picante el jengibre, una planta del raíz aromática y sabrosa.
El segundo bombón es el de flor de azahar, presente en nuestros árboles y arbustos cítricos como el naranjo y el limonero o la cidra. Estas flores blancas son símbolo del Mediterráneo y están muy presentes en la cocina árabe. Aromatiza los famosos roscones de reyes como si fuera un delicado perfume.
Las esencias escogidas se funden con el chocolate clásico de La Pajarita potenciando el gusto del cacao. Los bombones se presentan como pequeñas joyas a los que se une una nueva forma de abeto. Y así, acompañando la mesa o los cafés, honraremos la Navidad con momentos dulces y aromas de siempre.