En los últimos tiempos, está surgiendo una cultura del café más especializada, que busca los sabores auténticos de calidad y aprecia todas sus cualidades organolépticas. Por este motivo, y dentro del boom de los cafés de filtro, volvemos a oír hablar del café de puchero. Ha llegado la hora de recordar el café casero y su elaboración tradicionalpara una experiencia muy hogareña. Café Oquendo nos enseña los secretos para preparar un delicioso café de pota.
¿Qué es el café de pota y de dónde procede?
El café de puchero es una infusión de café que se caracteriza por su sabor intenso y muy particular, pues su elaboración sencilla en pota de peltre permite exprimir al máximo las propiedades de la materia prima. Podemos encontrarnos variaciones: el café de olla en México o el café de pota en Portugal, Brasil o Galicia. Sin embargo, comparten la misma esencia, pues todos ellos nacieron del ingenio de aquellas personas que no podían permitirse una cafetera y, en su defecto, utilizaban los utensilios más básicos de la cocina. Un recipiente y una tela, ya fuera un paño fino o un trapo, es todo lo que necesitaban para preparar un brebaje tan rústico como delicioso.
El ritual del café de puchero
Ya fuera frente a la chimenea de la casa o en el bar del pueblo, el consumo del café de puchero siempre ha sido un momento especial. Aunque es el “café de todos los días”, el instante más adecuado para beberlo será tras una comida copiosa, disfrutando de ese fenómeno conocido como sobremesa.
De hecho, este tipo de café es una elección lógica tras el almuerzo. No solo apela a nuestro carácter español, como amantes de la tertulia y de tomarnos la tarde con calma, sino que su condición de café ligero y con menos cuerpo es estupenda para la digestión. ¿Ya conoces los beneficios de la cafeína? Su extracción en este caso es mayor, aprovechando todas sus virtudes.
La importancia del grano de café en la preparación
Muchos recuerdan con cariño el proceso de preparación del café de pota, los ruidos del molinillo y el fuerte olor que impregnaba el ambiente tan pronto como se vertía en una taza de porcelana. Nuestras abuelas contaban con molinillos de café manuales y se encargaban ellas mismas de moler el grano, un método que puedes emplear en casa si dispones del tiempo necesario.
Se trata de una receta tan fácil que cada paso marca la diferencia. La calidad del grano es fundamental para obtener un buen café de pota, por lo que se deberán escoger granos de café 100% arábico con tueste natural. Una vez seleccionados, presta atención al triturarlos, pues la consistencia es igualmente importante. El resultado debe ser un café similar a la arena gruesa, muy distinto de aquel que emplearíamos en una cafetera italiana.
Prepara tu café de puchero en casa paso a paso
Seguro que te han entrado ganas de catar un café tan simbólico y nada te impide probar suerte en casa. Para empezar, dispón los utensilios en una mesa:
- Una pota de peltre o similar, con capacidad para 1L de agua.
- Un molinillo de café
- Un cucharón de madera
- Un colador de tela
- Un recipiente tipo jarra
- Tazas de porcelana o vasos de cristal
A continuación, prepara los ingredientes:
- 1L de agua
- 70 u 80 gramos de café en grano de calidad o café molido BIO
- 60 gramos de azúcar moreno
- Especias al gusto (opcional)
Antes de ponerte manos a la obra, ten en cuenta que el café de pota se debe degustar en el momento. No cuentes con recalentarlo: nuestro consejo es que lo bebas según haya reposado lo suficiente para ser consumido. Dicho esto, ¿cómo preparar un buen café de pota casero?
- Muele el grano en el momento: hazlo con calma, evitando una fricción excesiva. Recuerda que la preparación de tu café es una especie de ritual, así que tómate tu tiempo y asegura que la consistencia es la correcta.
- Si quieres aromatizarlo, hazlo en frío: si eres un fan del café puro, de su acidez e intensidad, entonces puedes saltarte este paso. Si prefieres añadir azúcar, canela, cardamomo, vainilla o achicoria; hazlo al inicio, añadiendo los ingredientes al agua fría.
- Pon el agua a calentar en una olla: no permitas que hierva, pues es la mejor manera de arruinar un café. Si se quema, no podrás disfrutar de su sabor singular. Aparta la olla del fuego tan pronto como veas que las burbujas suben a la superficie.
- Añade el café, remueve y espera tres minutos: fíate de tus instintos, pues el color del café será el mejor indicativo. Cuando adquiera un tono marrón tierra, estará listo para filtrar.
- Filtra el café con una manga o colador de tela: escoge un colador limpio y vierte el café en un termo – si necesitas mantenerlo caliente para rato – o en cualquier otro recipiente auxiliar.
- Sírvelo poco a poco en la tradicional taza de porcelana: no lo viertas de golpe, hazlo despacio e incluso interrumpiendo el chorro. Se suelen utilizar tazas de porcelana para garantizar que su sabor no cambia. Además, es un toque muy auténtico.
¿Te animas a seguir la receta? Puedes añadirle licor si así lo deseas, especialmente si tienes invitados. ¡Disfruta de tu sobremesa al estilo tradicional con un café de pota!