Familia Martínez Bujanda y María Jesús Chinchertru, endocrina del Hospital de La Rioja Viamed Los Manzanos, han unido sus conclusiones sobre qué tipo de vino es más beneficioso para la salud y cómo se debe consumir para obtener todos los beneficios que aporta. Dependiendo del tipo de vino y de cómo se consuma repercutirá mejor en nuestra salud.
Factores como la higiene, o cumplir con las medidas de control en la producción de vino resultan fundamentales para poder obtener un producto que sea verdaderamente natural. “Llevar adelante un control sanitario estricto es importante para que después el vino sea saludable”, explica Lauren Rosillo, director técnico de Familia Martínez Bujanda. Y añade: “La tendencia en el mundo vitivinícola pasa por la elaboración de vinos más respetuosos con el medio ambiente y menos tecnológicos. Es decir, más artesanos en su elaboración y sin aditivos, solo uva”.
En este sentido, Familia Martínez Bujanda, realiza asiduamente estudios de biodiversidad y huella de carbono, donde se limita al máximo tanto el uso de pesticidas como de sulfitos. Se trata de evitar agentes externos a la propia uva, de forma que se puedan crear vinos más sanos.
El vino es más que un mero alimento. La endocrina María Jesús Chinchertru explica que su principal aporte beneficioso son los antioxidantes. “Por su elaboración, el vino tinto es más antioxidante dado que la fermentación alcohólica se realiza mientras el mosto está en contacto con la piel y las pepitas, zonas altas en resveratrol, el mejor antioxidante”, apunta.
¿El vino engorda?
La relación entre el vino y el aumento de peso se aborda a menudo y desde Familia Martínez Bujanda, aseguran que el vino tinto es el que más se consume en España. “Es cierto que existe una preferencia por consumir más vino tinto, debido a tradiciones heredadas como la influencia de Rioja o Ribera”, afirma Rosillo. Casualmente, también se trata de la variedad que ayuda a adelgazar.
“El aporte calórico del vino, como bebida alcohólica, es alto; se trata del nutriente con mayor densidad calórica (7 kcal/g), después de las grasas, y es superior a los hidratos de carbono y las proteínas”, explica la endocrina.
“Pero el vino tinto, a diferencia del blanco, posee una propiedad muy especial: activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y, al mismo tiempo, estimula las existentes para depurarlas gradualmente, eliminándolas de nuestro cuerpo”. Así contribuye a la pérdida de peso siempre que se tome durante las comidas. La Dra. Chinchertru añade que, como bebida alcohólica, también es la más indicada para elevar los niveles de ácidos grasos omega 3.
Independientemente del tipo de vino que se tome, el consumo recomendado oscila entre una o dos copas al día, pero siempre acompañadas de alimentos.
La hora sí que importa
Se ha especulado con que tomar un vaso de vino tinto en la cena es el mejor momento del día para su consumo, debido a que sus propiedades vasodilatadoras disminuyen posibles eventos cardiovasculares nocturnos. Pero Chinchertru apunta que “lo verdaderamente cierto es que, ya sea en el almuerzo o en la cena, el vino siempre resulta más beneficioso tomándolo acompañado de alimentos debido a su efecto hipoglucémico”.
Aunque los usuarios de esta bebida se conformen con disfrutar de su consumo, los beneficios para la salud que se obtienen gracias al vino empiezan también a formar parte de la experiencia enológica a la que se acerca el consumidor.