Richard Mille es conocido por sus audaces e inesperadas colecciones, y no es de extrañar que en la edición de este año del Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH) en Ginebra, la marca superara todas las expectativas.
Fundada en 1999 como una marca de relojería de innovación técnica y audacia artística, presentó en Ginebra su colección Bonbon, una nueva serie de relojes dulces y jugosos.
Esta divertida y nueva apuesta de Richard Mille responde a su peculiar nombre como un conjunto de colores rebeldes, ácidos y brillantes que posiciona al reloj como un nuevo objeto de expresión gráfica, emocional y cromática.
Compuesto por 10 modelos, cada uno producido en una edición de 30 piezas, sus diseños articulan una visión completamente nueva para el mundo de la relojería. Con dulces, pasteles y frutas, la colección retoma tres de los modelos icónicos de la marca, el RM 07-03, RM 16-01 y RM 37-01, ofreciendo una especie de regreso a la infancia.
Con una profunda comprensión de cómo se comportan las cerámicas teñidas y una experiencia en la modificación de materiales como el carbono TPT® y el cuarzo TPT, la colección Bonbon de Richard Mille se ha fabricado con los estándares técnicos superiores de la marca al mismo tiempo que cada pieza presentan gemas de colores y un ojo afinado para el detalle, ofreciendo una gran variedad de tonos y texturas. Por último, las coronas y algunas de las bandas de la caja, por ejemplo, toman la forma de golosinas particulares, como cupcakes o helados. ¡Para comérsela!