Lum Barcelona, diamantes de laboratorio con calidad y respeto

¿Quién no ha deseado alguna vez ser dueña de un diamante? Lum Barcelona apuesta por una producción ética, sustituyendo la extracción de la piedra en la tierra por la creación en un laboratorio. De esta forma se obtienen sustanciales beneficios sin sacrificar la calidad y la apariencia de las piezas.

Una de las mayores ventajas de optar por diamantes de laboratorio la obtiene el planeta. Y es que la extracción de diamantes puede estar asociada a un impacto negativo en el medio ambiente, pues este proceso puede causar deforestación, erosión del suelo y contaminación del agua.

Por otro lado, las comunidades locales que hacen estos trabajos, en muchas ocasiones los realizan en condiciones de riesgo y a través de relaciones laborales abusivas. Optando por adquirir diamantes de laboratorio dejamos de formar parte de esta cadena de explotación. Y este no es el único perjuicio relacionado con las poblaciones locales que se elimina con los diamantes de laboratorio. ¿Has oído hablar de los diamantes de sangre? Esto es la comercialización de los diamantes extraídos de la tierra, a través de mafias. Los beneficios de estas ventas financian guerras y grupos terroristas en los países locales.

Los diamantes creados en laboratorio, por el contrario, son producidos en condiciones controladas, por la mano del hombre sin que el medio ambiente se vea involucrado y afectado. La posibilidad de producirlos es lo que hace que el precio de las piezas sea considerablemente menor al de los diamantes tradicionales, ya que estos últimos son piedras muy limitadas y esto aumenta su valor, pero también su precio.

La calidad y la apariencia de los diamantes hechos en laboratorio son similares a las de los diamantes extraídos de la tierra. Las piezas creadas en laboratorio son elaboradas utilizando las mismas sustancias químicas y procesos que los diamantes naturales, lo que significa que tienen las mismas cualidades físicas y ópticas. Por tanto, la única diferencia es su origen.

Y es que en el laboratorio se recrea lo que hace la naturaleza, de forma controlada y en cuestión de unos meses. Un diamante, es una masa de carbón que reacciona a las altas temperaturas y presiones que aplica el interior de la tierra, justo esto lo que se intenta replicar en el laboratorio. Hay dos formas de hacerlo. Una de ellas es aplicando el calor y la presión en una cámara microondas, unas condiciones que dan lugar a la transformación del carbón en la piedra preciosa. Otra manera de llevar a cabo el proceso es similar al a impresión en tres dimensiones. Los diamantes son realizados en varias capas sobre las semillas de carbón.

Si bien este tipo de diamantes de laboratorio hace años eran percibidos como una joya de menos calidad que los que se extraían de la tierra, la percepción ha cambiado gracias a la evolución de los valores que abrazan las nuevas generaciones.

La industria de la moda avanza a medida que lo hace la sociedad y LUM Barcelona escucha y entiende el sentir de las nuevas generaciones. A estas no solo les preocupa lucir una joya bonita, sino que se interesan por las condiciones en las que estas se han fabricado. El respeto al medio ambiente y la lucha contra las condiciones laborales infrahumanas son dos de las grandes preocupaciones con las que conectan los jóvenes de nuestra época, valores que poco a poco se van extendiendo por todos los estratos de la sociedad.

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