La integración de la iluminación inteligente es un tema que en los últimos años ha ganado popularidad entre el público general. Hoy es mucho más común que las personas consideren a la iluminación como un factor determinante al elegir una propiedad. En el aspecto laboral, se comprobado que el uso adecuado de la luz puede aumentar considerablemente la productividad de las personas.
De acuerdo con información de estudio Conciencia y prácticas de consumo energético 2018: perspectivas de confort,elaborado por Lutron Electronics, 26% de los encuestados manifiesta que sus espacios laborales no cuentan con las condiciones de iluminación óptima para realizar sus labores, por lo que en México, esta sigue siendo un área de oportunidad.
El abanico de soluciones de iluminación automatizada es sumamente amplio, y va desde kits de un solo atenuador, hasta instalaciones completas que mezclan sensores, luminarias, persianas digitales, software y demás elementos para crear “edificios inteligentes”, sin importar el uso que se le de a los inmuebles: residencial, comercial o de hotelería.
Un factor que es importante señalar, es que estas herramientas no son exclusivas para espacios funcionales como oficinas, tiendas, viviendas, etcétera. La iluminación inteligente puede ser también una forma de resaltar y dar vida a instalaciones artísticas; para nombrar un ejemplo, tenemos la exposición “Un lugar: murales de territorio” de Ambrosi Etchegaray, una exhibición que muestra el territorio mexicano a través de su orografía y batimetría más cruda, en la que la iluminación juega un papel primordial para sumergir al visitante en una experiencia sensorial.
En “Un lugar: murales del territorio”, un procesador Lutron HWQS y un módulo DALI crean un entorno iluminado dinámicamente en la instalación artística. En esta exhibición, la iluminación destaca diferentes características de los espacios, guiando al usuario a través de la exposición, pero también destacando su naturaleza cambiante. De una manera literal, la iluminación demuestra cómo la topografía cambia a lo largo del día a medida que la luz la golpea desde diferentes ángulos e intensidades.
Esta exposición estará abierta al público hasta el 17 de agosto en la Galería José Luis Benlliure de la Facultad de Arquitectura de la UNAM de México.