La depresión es una enfermedad grave y muy común, que afecta tanto el modo de sentir como de pensar de una persona y su comportamiento. Entre sus síntomas más importantes destacan la ansiedad, sensación de tristeza y cansancio continuo, falta de apetito, dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa, pérdida del sueño y del placer para realizar actividades de interés e irritabilidad. Si una o varias de estas señales persisten por dos semanas o más, es necesario que el individuo busque ayuda médica de inmediato.
Algunas personas que están atravesando por una depresión pueden pensar en lastimarse o cometer un suicidio. En caso de que presenten alguno de estos dos signos, también es de suma importancia que el paciente acuda a un especialista. Según la OMS, cerca de 700.000 personas se suicidan cada año.
Esta enfermedad puede iniciar a cualquier edad; sin embargo, suele darse más frecuentemente entre los 15 y 45 años, impactando en menor proporción de los 50 en adelante. Cabe destacar que las mujeres son más propensas a padecerla y a buscar ayuda.
Según un estudio publicado en octubre anterior en la revista The Lancet, la pandemia por COVID-19 provocó cerca de 53 millones de casos adicionales de depresión; es decir, incrementaron en un 28%. Los casos de ansiedad también crecieron en un 26%, durante el año 2020; en ambos padecimientos, los jóvenes fueron los más afectados.
“El tiempo es crucial cuando una persona presenta alguna señal de depresión. Entre más rápido sea valorada física y psicológicamente por un especialista, existen menos probabilidades de que la enfermedad se agrave y así, pueda superar su situación de la mejor manera. El enfoque primordial de Pfizer son los pacientes y por eso, queremos decirles a quienes padecen depresión que no están solos, que no tengan miedo de comunicar lo que sienten y más bien, busquen apoyo de inmediato. Ustedes son su prioridad, por eso la salud física y mental son igual de importantes, aún en tiempos de pandemia”, comentó el doctor Carlos Cano, gerente médico de Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC).
La depresión puede convertirse en crónica o recurrente e inclusive, dificultar el desempeño en los estudios o el trabajo, así como afectar las relaciones con la familia, pareja, los amigos y compañeros. Esta enfermedad suele empeorar si no se trata a tiempo, provocando otros problemas de conducta, salud y hasta emocionales, tal es el caso de consumo inapropiado de bebidas alcohólicas o drogas, trastornos de pánico, fobias sociales, aislamiento y sobrepeso u obesidad, que pueden desencadenar diabetes o enfermedades del corazón.
Buscar ayuda es sinónimo de no darse por vencido
Si bien se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, existen algunos factores que pueden incrementar el riesgo de padecerla. Específicamente, sobresalen tener una autoestima baja, ser demasiado dependiente y pesimista, pasar por situaciones traumáticas o que generen estrés, antecedentes familiares o de otros trastornos mentales, así como padecer una enfermedad grave o crónica.
“Todas las personas debemos hacer de nuestra salud mental una prioridad. Por eso, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión los instamos a pensar más en ustedes mismos, a sentirse mejor y seguros, así como a tomar medidas para controlar la ansiedad y levantar la autoestima. En Pfizer, esa lucha de cada persona nos motiva a buscar soluciones innovadoras que les permitan sobrellevar la enfermedad, guiarlas en su proceso y avanzar en la terapia”, indicó el doctor Cano.
Cualquier persona que experimente síntomas depresivos debe ser diagnosticada y tratada. El primer paso para lograr esto es tomar la decisión de pedir ayuda, independientemente de la tristeza, el cansancio o qué tan irritada esté. Solo debe contactar al médico especialista y explicar qué es lo que siente.
Como un segundo paso es necesario seguir todas las indicaciones del especialista. También, durante el proceso es de vital importancia cumplir la asistencia a las citas con el profesional de salud mental; en caso el paciente no pueda, se recomienda solicitar ayuda a un amigo o familiar, para que lo acompañe.
Seguir el tratamiento indicado por el médico es el cuarto paso. La persona debe tomar todas las dosis recetadas, sin falta, y de acuerdo con las instrucciones recibidas.
La depresión puede tratarse
La depresión es una de las enfermedades médicas más tratables; sin embargo, cabe destacar que no existen dos casos iguales. Por ende, el médico evaluará a cada paciente, de acuerdo con sus características y síntomas, para recetarle el tratamiento más adecuado.
Las maneras más comunes de tratar esta enfermedad son llevar una terapia psicológica o psiquiátrica, implementar cambios en el estilo de vida y tomar medicación (antidepresivos). Dependiendo del caso, así será la terapia a seguir por el paciente; el apoyo de la familia y amigos e implementar medidas para controlar el estrés -como el ejercicio- pueden ayudar en todo este proceso.
“Si una persona sospecha que un ser querido padece depresión, es importante que se le acerque y le ofrezca su apoyo. Frases como no estás solo, aquí estoy, quisiera saber cómo te sientes y me gustaría ayudarte pueden hacer una gran diferencia y marcar el primer paso hacia una atención médica oportuna. La depresión es un trastorno mental real y no dura para toda la vida, si se recibe el tratamiento correcto”, concluyó el doctor Cano.