Los cereales son alimentos que, desde los tiempos más remotos, aportan alrededor de la mitad de la energía que los humanos necesitamos para vivir con salud y rendir al máximo cada día. De hecho, hoy en día el suministro de alimentos en el mundo depende en gran medida de la disponibilidad de alimentos basados en cereales.
Se calcula que hace aproximadamente 10,000 años, el ser humano plantó, por primera vez unas semillas de la especie Triticum en algún lugar de Oriente Medio; estas semillas dieron lugar 2.500 años después al trigo tierno.
Esto resultó como un hito crucial en la historia de la humanidad, pues dio origen a la agricultura y las ciudades, así como el paso del nomadismo al sedentarismo. Este cambio significó que el ser humano pasara de alimentarse de lo que encontraba por el camino a cultivar estos granos. Posteriormente se sumaron variedades de arroz, maíz, cebada, guisantes, lentejas y garbanzos. El asentamiento de las comunidades propició que se comenzaran a domesticar también los primeros animales domésticos, como cerdos y ovejas.
Los cereales son ricos en diversos nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar sanamente, entre ellos están:
- Hidratos de carbono: los cereales están compuestos por alrededor de un 75% de carbohidratos (almidón), siendo la principal fuente de energía para los seres humanos. En la alimentación, los cereales se presentan en diversas formas como harinas, panes, pastas o bebidas.
- Proteínas: en general, los cereales contienen de 8% a 12% de proteínas, dependiendo de su especie o variedad. Para formar una proteína completa, se deben combinar con leguminosas (frijoles), pues éstas contienen el aminoácido que no aportan los cereales. Por ejemplo: arroz con frijoles o tortillas con frijoles.
El gluten es la proteína que contienen naturalmente los cereales como el trigo, cebada, centeno y cualquier sub producto elaborado con ellos. En los últimos años el gluten ha recibido considerable atención negativa pero solamente las personas con intolerancia al gluten deben evitarlo. Los Corn Flakes de Nestlé son los únicos cereales comercializados en Panamá garantizados como 100% libres de gluten. - Grasas: los granos enteros de cereales contienen aproximadamente un 2% de grasa, pero la avena es el cereal con mayor porcentaje de grasa vegetal, alrededor de un 7%. La grasa de la avena está compuesta por ácidos grasos insaturados, que ayudan a mantener una buena salud cardiovascular.
- Vitaminas: en general, con excepción del maíz dulce, los cereales llegan a nuestra mesa después de un proceso en el cual se modifican sus características nutricionales. Marlene: Aquí falta poner todas las vitaminas que contienen los cereales, que son del complejo B. Lo de la modificación de las características nutricionales va después de mencionar las vitaminas y minerales que tienen.
Para la mayoría de los usos alimenticios, se eliminan algunas capas de la estructura de los cereales, con lo que se pierde una parte de sus nutrientes. Para recompensar esta pérdida, se hace un proceso llamado enriquecimiento, que es básicamente agregar los nutrientes que se perdieron durante el proceso industrial. La fortificación es un proceso en el que se agregan nutrientes que no contiene el alimento de forma natural, esto, con el fin de brindar un beneficio mayor. - Fibra: la molienda tradicional hace que se pierdan la fibra de los cereales. Por otro lado, los productos hechos con cereal integral, se elaboran con el grano entero, manteniéndose así su contenido natural de nutrientes como la fibra, vitaminas y minerales. La fibra ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y contribuyen a proteger el sistema gastrointestinal.
“Los Cereales para el desayuno Nestlé están elaborados con cereal integral, manteniendo así su contenido natural de nutrientes como la fibra, vitaminas y minerales. Esto, para que puedas encontrar en cada porción, todo lo que necesitas para arrancar de la mejor manera el día”, señala Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica.