Costa Rica, país reconocido por sus hermosas playas y exuberantes bosques, así como por su estilo de vida “Pura Vida“, se ha convertido en el tercer destino más popular para los turistas provenientes de América del Norte que también buscan servicios dentales y de salud de primera línea, a precios que ocilan entre 30 y 50 por ciento más bajos que en sus países de origen.
Este impresionante paraíso tropical abre las puertas a los amantes del turismo de aventura y la sostenibilidad y, al mismo tiempo, también ha visto un aumento de visitantes que desean aprovechar la moderna infraestructura y profesionales médicos con experiencia internacional que ofrece el país. Además, su ubicación geográfica es una ventaja significativa: vuelos cortos y directos provenientes de más de 10 ciudades de EE.UU.
“Seleccionamos Costa Rica después de una cuidadosa investigación. Es uno de los cinco destinos principales para los pacientes estadounidenses que viajan al extranjero. Todos los dentistas que consideramos contaban con certificaciones de EE. UU. Quedé impresionado desde la primera conversación. Además de su amabilidad y enfoque en el paciente, está extremadamente bien calificado, al igual que todo el personal de la clínica. De hecho, tomaríamos la misma decisión nuevamente”, explicó Michael Parsons, estadounidense y paciente de servicios dentales.
“La calidad de los servicios de salud ofrecidos en Costa Rica está asociada a los profesionales bilingües altamente capacitados y una fuerza laboral comprometida y especializada, muchos de los médicos son graduados de las mejores escuelas de los EE.UU. y Europa “, subrayó el CEO de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), Pedro Beirute. “El país es el cuarto destino en América para la adquisición de servicios médicos -según el Índice de Turismo Médico-, prueba de la calidad y altísimo nivel ofrecido”.
Asimismo, como elemento de diferenciación, estos proveedores cumplen con estrictos estándares para formar parte de la reconocida marca país Esencial COSTA RICA, la cual cuenta con un protocolo de evaluación basado en los valores a los que están sometidas las exportadoras para mejorar sus procesos y ser más competitivas.