Raquel Lázaro, al frente de Lázaro Estudio, ha transformado un antiguo espacio industrial -una fábrica de café ya en desuso- en un elegante y vanguardista espacio polivalente para eventos en una zona en pleno despegue: el barrio de Olabeaga en la ría de Bilbao. Sus enormes cristaleras de techo a suelo aseguran inmejorables vistas.
Silo, como se llama el proyecto en honor a su pasado industrial, seduce por sus 400 m², techos altos, amplias cristaleras, luz natural y terraza a pie de ría, que dan respuesta a las empresas y particulares que desean organizar actividades y eventos en un espacio dinámico y exclusivo.
Lázaro Estudio ha optado por un lenguaje simple y directo que potencia el carácter brutalista del local, con las paredes en hormigón visto que fueron recuperadas limpiándolas mediante proyección de chorro de arena. En ellas se dispusieron ciertos paneles de pladur blancos que hacen la función de superficies para proyecciones. El suelo es de cemento pulido
Con una paleta cromática que se no se aleja del gris y el negro, y tonos que recuerdan al café –tostados, tabaco, cuero- recrea un ambiente de gran elegancia y sofisticación. Dos zonas vertebran el espacio: un área de forma redonda por debajo del nivel del suelo -precisamente el silo o almacén del café- y la gran cocina. La primera, se amuebló con un gran sofá curvo diseño de Lázaro Estudio y una lámpara única: está realizada por Mikel Isusi con elementos encontrados y recuperados del almacén. El resto de luminarias fueron realizadas a medida y en exclusiva para este local por un artesano soplador de vidrio. La gran cocina a la vista está equipada por Edenox (fregadero, lavavajillas, y estanterías), Edesa y Fagor (cocina y fry top).
El resto de elementos son de hierro (mamparas, cierres, y puertas), respirando así la esencia de la industria metalúrgica existente en la ría de Bilbao y más aún en la zona donde se ubica el local.
La obra gráfica que preside la entrada al local y que se ajusta a la perfección con este espacio industrial es del artista vizcaíno Gorka Gondra, quien se ocupó también del diseño del logotipo, que aparece recortado en chapa de hierro y retroiluminado en varios puntos del espacio. Silo, de Lázaro Estudio, está situado en el emblemático barrio de Olabeaga, a tan solo diez minutos a pie de la Gran Vía de Bilbao. Es una zona en constante evolución, que reinterpreta su pasado industrial, para transformarse en el distrito con mayor proyección de la ciudad. Desde las enormes cristaleras se disfruta de unas maravillosas vistas a la península de Zorrozaurre, actualmente una zona en declive industrial, pero con un futuro cercano y un plan de regeneración urbanística que le llama a ser el Manhattan bilbaíno.