En nuestro mundo globalizado, el tren ha tenido que evolucionar hacia la Alta Velocidad para no quedarse atrás ante el enorme atractivo de la aviación comercial, capaz de trasladarte a grandes distancias en tiempos muy cortos, por no hablar de su alternativa Low Cost, con precios a veces irrisorios por los que moverse por diferentes lugres del mundo.
Sin embargo, pocas experiencias se pueden comparar a hacer turismo en trenes antiguos cubriendo rutas clásicas. ¿Quién no ha soñado con viajar en el Orient Express o en el Transiberiano, o se ha emocionado con las películas de la conquista del lejano Oeste donde tanta importancia tuvo el ferrocarril?
Uno de estos trenes de ensueño recorre el Sudeste Asiático con el nombre de Eastern & Oriental Express, el tren más lujoso de la región y que permite acercarse a Singapur, Malasia, Tailandia y Laos de una manera única, permitiendo a sus pasajeros adentrarse en un mundo de glamour clásico mientras viajan entre maravillas antiguas y ciudades cosmopolitas.
Hay una cierta magia en este viaje, que combina aventura con relajación total, y es que viajes como este merecen ser saboreados gracias a su exquisita restauración a bordo y una atención y comodidad inigualable, gracias a sus dosvagones restaurantes, diferenciados y que ofrecen menús estacionales. Desde las 7 de la mañana es posible degustar croissants recién hechos, fruta cortada, café y té para desayunar; y durante la jornada cocina de autor y platillos con los que amenizar el viaje.
Una experiencia que continúa al bajar tren para pernoctar en algunos de los mejores hoteles de la región. Uno de ellos, el Raffles de Singapur, en el que empezar ya a ambientarse en el mundo colonial británico, o en Bangkok, en el incomparable Mandarin Oriental. En cada una de las paradas, diferentes actividades perfectamente organizadas como la visita a templos, a teatros para ver bailes tradicionales o a pequeñas aldeas donde degustar un auténtico té asiático son sólo algunas de las propuestas. Una maravilla al alcance de la mano.
Los hermosos carruajes verdes y dorados del Eastern & Oriental Express ocultan magníficos paneles de madera de cerezo, sedas tailandesas y bordados de Malasia, y cuentan con grandes ventanales desde los que disfrutar de un paisaje único, con la exuberante selva repleta de animales salvajes, templos antiguos y pintorescos pueblos.
Construido en Japón en 1972 con un estilo “vintage”, es el hermano pequeño del famoso Venice Simplon Orient Express, y ha sido remodelado para incorporar, por ejemplo, un vagón de observación, con ventanales gigantes; así como una suite, la Cabina Presidencial, con una doble función de lounge de día y como habitación doble, de noche.
