La colección ULTRA-CHRON se viste de carbono: un material innovador que es a la vez resistente y ligero, y que ahora se utiliza por primera vez en una caja de reloj Longines. Impulsado por un movimiento de alta frecuencia exclusivo de Longines, que late a 36 000 alternancias por hora, este modelo se inspira en un emblemático reloj de 1968 con una característica caja en forma de cojín. Combinando innovación y precisión, cada ULTRA-CHRON CARBON ofrece un diseño único y cuenta con la certificación de cronómetro TIMELAB.
Ultra-Chron, línea lanzada en 1968, ha dejado su huella en la historia al convertirse en el primer reloj de buceo con movimiento de alta frecuencia. En aquel entonces, Longines ya contaba con una larga experiencia en lo que respecta a esta tecnología que patentó en 1910 para el cronometraje de competiciones deportivas. En 2022, la marca lanzó una nueva generación Ultra-Chron para homenajear al modelo de 1968 pero incluyendo los últimos avances tecnológicos. En la actualidad, Longines sigue innovando con un nuevo modelo Ultra-Chron con caja de carbono, una primicia para la marca. Este material tan extremadamente resistente como ligero se emplea a menudo en sectores punteros como la aeronáutica, un ámbito al que Longines está vinculado desde hace más de un siglo. La caja de 43 mm de diámetro se fabrica a partir de tiras de fibra de carbono unidireccional y resina epoxi, que se colocan en un molde y se calientan a alta temperatura, se comprimen a alta presión y finalmente se cortan en frío. A continuación, adopta la icónica forma de cojín de la caja del Ultra-Chron. Este exclusivo proceso de fabricación crea patrones aleatorios en la disposición de las fibras, lo que hace que cada caja sea visualmente única y le confiere una fuerte identidad. Gracias a las propiedades de ligereza del carbono, este nuevo modelo pesa menos de 80 gramos, incluidos el reloj y la correa. Es hermético hasta 30 bares (300 metros).
El bisel de titanio es fijo y lleva un inserto de aluminio grabado con una escala numerada de 10 en 10. El fondo de la caja y la corona atornillada también son de titanio. El fondo de la caja y la corona atornillada también son de titanio. Bajo un cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos multicapa, la esfera antracita con chorro de arena presenta un anillo capitular marcado por doce índices plateados aplicados. Éstos, junto con las agujas de horas y minutos de PVD gris, están recubiertos con un tratamiento de luminiscencia azul SuperLumiNova.
Alta frecuencia y precisión puntera
Al igual que el resto de las modelos de la colección, el Ultra-Chron Carbon se alimenta de un calibre exclusivo de Longines de alta frecuencia L836.6. Este movimiento oscila a 5 hercios, es decir 36 000 alternancias por hora. Comparado con los movimientos mecánicos clásicos, consigue una estabilidad superior ante un impacto y los cambios de posición relacionados con cómo se lleva el reloj. Este calibre incluye una espiral de silicio y componentes innovadores, y además presenta una resistencia a los campos magnéticos que supera por diez la norma de referencia ISO 764.
El conjunto del reloj también cuenta con el certificado de cronómetro por TIMELAB, un laboratorio independiente homologado para pruebas de relojería en Ginebra. De conformidad con la norma ISO 3159, el proceso de cualificación somete al producto terminado, es decir con el movimiento funcionando dentro de la caja, a un periodo de prueba de 15 días seguidos e ininterrumpidos. Se somete al reloj completo a una serie de pruebas de funcionamiento en distintas posiciones repetidas y a tres fases distintas de temperatura (8°C, 23 °C y 38°C) para garantizar su precisión.
El Ultra-Chron Carbon está equipado con una correa negra de tejido técnico con hebilla de titanio. En tonos oscuros, el reloj se presenta en una caja negra hecha a medida.
Longines, experta en alta frecuencia
Un reloj se considera de “alta frecuencia” cuando su movimiento oscila a un mínimo de 5 hercios, lo que equivale a 36 000 vibraciones por hora (o 10 vibraciones por segundo). Longines fue pionera en este campo ya en 1910, desarrollando instrumentos de cronometraje con una precisión de 1/10° de segundo, como demuestra una primera patente de ese mismo año. En 1916, Longines había avanzado la precisión de cronometraje hasta 1/100° de segundo para las competiciones deportivas. Gracias a estas innovaciones, la marca del reloj de arena alado mejoró considerablemente la precisión de la medición y el cronometraje. En 1959, continuando con su búsqueda de la precisión, Longines incorporó por primera vez la alta frecuencia en un reloj de pulsera, desarrollando calibres fabricados para competiciones de observatorio cronométrico. A continuación, la marca aplicó su experiencia a la producción para ofrecer una mayor estabilidad y una precisión superior en comparación con los movimientos mecánicos tradicionales. La alta frecuencia reduce los efectos de las perturbaciones típicamente asociadas al uso de un reloj, como las causadas por golpes, cambios de posición o aceleraciones. Estos calibres recuperan más rápidamente la constancia de su frecuencia, garantizando un rendimiento superior. Longines lleva diseñando más de un siglo una amplia gama de cronógrafos y cronómetros de alta frecuencia, con lo que consolida su experiencia en el cronometraje deportivo profesional y en los relojes de alta precisión.