El cuidado del planeta y de todo el entorno que nos rodea es una de las tareas pendientes para 2023. Aunque bien es cierto que, cada vez más, el compromiso crece entre la población, aún tenemos mucho trabajo por delante. Al mundo textil o de la cosmética, se le suma la gastronomía y su tendencia hacia la sostenibilidad a través de alimentos ecológicos o nuevos procesos de producción que no dañen el medioambiente entre otros.
Para este 2023, y continuando la misma línea de años anteriores, la parte líquida que acompaña a todos esos platos también se une a este cambio. Los requisitos de un buen vino se elevan por encima de su calidad, buscando indagar en el proceso que se ha llevado a cabo hasta servirse en una copa, o los elementos que emplean para conseguir su resultado.
Dominio Basconcillos, certificado de vino ecológico desde 2004
Por ello, Dominio Basconcillos, bodega pionera del siglo XXI con unos rasgos totalmente identitarios, se ha convertido en un vino único y diferenciador en el mercado con la sostenibilidad como eje principal, siendo tal su compromiso que desde 2004 ostentan el certificado de vino ecológico.
Desde sus inicios, a finales de los 90 el respeto por la biodiversidad y el medio ambiente junto al amor por la naturaleza ha sido lo que impulsó a su fundador, José María Basconcillos, a iniciar este proyecto, y es hasta día de hoy, que se encuentra presente en cada uno de los pasos que se dan dentro del proceso de elaboración. Además, todas las labores de mantenimiento y escarda se realizan minimizando cualquier producto de síntesis química y herbicidas.
Un Château francés donde todo el proceso es coherente y respetuoso con la tierra
La tipología de su bodega inspirada en los conocidos Châteauxes franceses, en la que Viñedo y Bodega conforman la propiedad (el Dominio), hace que todo detalle esté estudiado para que los trabajos de cuidado del campo, vendimia y elaboración sean coherentes y respetuosos con su tierra, con el fruto y con la filosofía de Dominio Basconcillos.
Una nueva etiqueta hecha a partir de materiales sostenibles
En su proceso de mejora dentro de este campo, la bodega ha lanzado una nueva etiqueta hecha a partir de materiales sostenibles para su producción y evitar el menor impacto medioambiental posible.
“A la hora de elegir los materiales, hemos comenzado un camino de trabajar únicamente con materiales sostenibles. Siempre que podemos utilizamos materiales reciclados, o en su caso si no son biodegradables” señalan desde Dominio Basconcillos.
Entre todos las partes que componen este etiquetado, el papel empleado es 100% reciclado, al igual que ocurre con la cápsula, de estaño 100% biodegradable. En cuanto a la caja, en este caso se ha buscado disminuir el cartón, modificando así el diseño de los separadores interiores. Para esta bodega es fundamental trabajar en todo ello e ir trabajando cada día por ser más sostenibles. “El próximo paso es eliminar la cinta adhesiva”. Además, en cuanto al vidrio, están trabajando en aminorar el peso de las botellas, algo que aún está en proceso de ejecutarse.
“Y aunque es cierto que queremos mejorar aún más en este campo, con la escasez de materiales y los problemas de suministro que hay hoy en día no hemos podido implementar todos los cambios que queríamos y lo tendremos que hacer poco a poco” – Dominio Basconcillos.
Dominio Basconcillos es una bodega en un paraje único en el noreste la Ribera del Duero cuyas condiciones excepcionales y su carácter sostenible hacen de este vino un producto diferenciador y de calidad con certificado ecológico desde 2004.
Inspirada en los Châteauxes franceses, donde bodega y viñedo forman una unidad, Dominio Basconcillos lleva desde 1999 transmitiendo en cada botella los valores que su fundador, José María Basconcillos, quien creó un nuevo concepto dentro del sector vitivinícola basado en la excelencia y tradición, pero siempre a la vanguardia de las últimas tecnologías y respetando la naturaleza y la tierra que le rodea.
Su ubicación en altura en la zona noreste de la Ribera del Duero, su altitud, la orografía del terreno y las diferencias térmicas han hecho de este rincón un punto clave para conseguir una calidad excepcional.